Por primera vez, un león nacido en cautiverio en el Reino Unido ha matado después de ser devuelto a la naturaleza, y estas asombrosas imágenes capturan la caza.
Los expertos y zoólogos lo creían imposible, pero aquí Azi, de tres años, sigue el rastro de una manada de cebras por las praderas de Sudáfrica y caza su presa.
Azi y su hermano Zazu fueron criados a mano por el equipo de The Aspinall Foundation, una organización benéfica de conservación dirigida por Damian Aspinall, que tiene como objetivo brindarles a los animales nacidos en cautiverio la oportunidad de vivir en la naturaleza.
La pareja nació en la reserva de Port Lympne y fue trasladada al Parque de Animales Salvajes de Howletts en Kent después de ser rechazados por su manada cuando eran cachorros.
Fueron trasladados de Howletts a un santuario especializado de 500 acres en Sudáfrica a la edad de un año y diez meses.
En el santuario Love Lions Alive, Azi y Zazu pasaron dos años de aclimatación y preparación. Se familiarizaron con el nuevo clima y se alimentaron con una dieta a base de carne de caza, que incluía cebra, impala y blesbok, para prepararse para cazar por sí mismos.
A los leones se les dio un patrón de alimentación irregular para imitar los hábitats alimentarios de los leones en estado salvaje, que no cazan todos los días y se alimentan en exceso aproximadamente dos veces por semana.
Para prepararlos para que fueran autosuficientes, los conservacionistas se centraron en aumentar la resistencia y la fuerza muscular de los leones, lo que incluía alimentarlos con cadáveres. La comida de los leones estaba colgada a cierta altura, lo que los obligaba a usar todo su cuerpo para llevarla al suelo.
El santuario incluye cebras e impalas salvajes, lo que permite a los grandes felinos practicar la persecución y la caza de presas mientras se entrenan para ser autosuficientes.
Durante todo el proceso de reintroducción, los hermanos se sometieron a rigurosas pruebas veterinarias para garantizar que gozaban de excelente salud.
La Fundación Aspinall dijo: “Siempre creímos que esta reubicación brindaría a Azi y Zazu el mejor futuro posible.
“Los “zoócratas” insistieron en que nunca funcionaría y advirtieron que los leones nacidos en cautiverio nunca aprenderían a valerse por sí mismos, pero una vez más hemos demostrado que estaban equivocados. Nos da una inmensa alegría ver a los chicos viviendo en la naturaleza en lugar de languidecer en un zoológico”.
Amos Courage, director en el extranjero de la Fundación Aspinall, dijo que si bien el proceso de reintroducción de los grandes felinos fue “complicado”, la organización “está deseosa de volver a hacerlo en el futuro”.
La etapa final del viaje de los leones consistirá en liberarlos en una zona silvestre protegida más grande, donde serán monitoreados mediante collares de rastreo.