Un perro abandonado, atado, metido en una bolsa de basura y tirado a un contenedor, fue rescatado después de que un transeúnte escuchara sus aterrorizados lamentos.
Emilia Lucchese paseaba por las calles de Messina, en Sicilia, al sur de Italia, con su amiga Enrica Bianchi, cuando se percató de los gemidos del animal.
La pareja abrió la tapa del contenedor y se sorprendió al descubrir al perro marrón tumbado dentro, en una bolsa de plástico negra, con las patas fuertemente atadas con alambre.
Tras sacar al animal del contenedor, rápidamente se dieron cuenta de que estaba gravemente deshidratado y tan débil que apenas podía levantar la cabeza.
Pero después de darle agua y llevarlo al veterinario, el perro se recuperó por completo e incluso fue adoptado por sus dedicadas salvadoras.
Hoy, la Sra. Lucchese, que más tarde llamó al perro Oliviero, describió el momento en que escuchó los lamentos del animal que provenían del contenedor.
“Pensé que tal vez el perro se había quedado atrapado dentro después de buscar sobras o algo así, y que alguien había cerrado la tapa”, dijo.
“Pero cuando la abrí, me di cuenta de que había algo moviéndose en una bolsa de basura de plástico y que debía ser el animal.
“Cuando lo sacamos, nos sorprendió ver al perro aterrorizado con las patas atadas con alambre en un aparente intento de evitar que escapara”.
Añadió: “Estaba en ѕһoсk y tenía mucha sed, así que supongo que había estado ahí un rato, empezó a reaccionar solo después de que le echáramos agua de una botella en la boca”.
La Sra. Lucchese y la Sra. Bianchi grabaron en vídeo el rescate de Oliviero, antes de publicar las impactantes imágenes en línea.
El cortometraje se hizo ⱱігаɩ rápidamente en las redes sociales italianas y luego se publicó en los periódicos locales.
La policía italiana ha iniciado una investigación y pide información sobre los anteriores dueños del perro.
El animal (en la imagen, segundos después de ser encontrado) tenía las patas fuertemente atadas con alambre y estaba tan débil que apenas podía levantar la cabeza. Pero desde entonces se ha recuperado por completo y ha sido adoptado por sus salvadoras.
La historia de Oliviero es un recordatorio desgarrador del trato сгᴜeɩ que algunos animales sufren a manos de los humanos. La indiferencia y la crueldad que se muestran en este caso son indignantes, y es un testimonio de la importancia de la compasión y el cuidado de los animales.
Afortunadamente, la bondad de Emilia Lucchese y Enrica Bianchi salvó la vida de Oliviero y le dio una segunda oportunidad. Su historia es un faro de esperanza en un mundo donde la crueldad hacia los animales sigue siendo un problema.